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El árbol de las risas – Obra de teatro

Título: El árbol de las risas

Autor: Mariana Ramos

Personajes: El árbol, Narrador, Luis, Pedro, Bertha, Gogo (El hombre Malo)

 arbol de las risas obra de teatroSe abre el telón y muestra una placita, que tiene en medio un árbol sonriente, con hojas de muchos tamaños y colores. Dos niños juegan a su alrededor.

Narrador: El árbol que está en medio de la plaza es el más sonriente de todos, la gente del pueblo lo ama, porque comparte sus sonrisas con los demás. De esta forma, nadie puede estar triste.

Después un niño triste entra a escena y se sienta por ahí cabizbajo.

Luis: ¡Ay que tristeza!. (Suspira).

Pedro: (Se acerca a Luis y pregunta) ¿Qué pasa?,¿Por qué estas triste?.

Luis: Me duele la barriga y no me permiten comer helado.

Bertha: (También se acerca). No estés triste. Te presentaremos a nuestro amiguito Risitas y veras que te sientes mejor.

Los tres chicos se acercan al árbol y juegan alrededor de él. Pronto Luis se siente mejor y comienza a reír.

Bertha: ¿Lo ves?, ¡te lo dije!, nuestro amigo Risitas, es especialista en curar la tristeza.

Narrador: Los niños jugaron hasta el atardecer y regresaron a casa muy contentos. (Los niños salen de escena y el árbol se queda solo). Al llegar la noche, el señor Gogo, vino desde un pueblo vecino y fu directo a la placita. A él no le gustaba que la gente fuese feliz, así que aprovechó que no había nadie, para arrancarle las hojas al pobre de Ricitas.

El hombre malo entra a escena, caminando de puntitas, y al llegar al árbol le arranca sus hojitas y lo patea en el tronco, hasta que deja de reír. Después sale de escena.

Narrador: A la mañana siguiente el árbol amaneció enfermo, casi muerto. La gente se puso muy triste cuando lo vio, y la risa desapareció de sus caras.

Pedro: ¿qué le habrá pasado?.

Bertha: ¿Alguien lo lastimó?.

Los niños recogen sus hojitas, lo cuidan, lo riegan.

Narrador: A pesar de los buenos cuidados de los niños, Risitas no mejoraba, hasta que Luis, regresó con una genial idea. (Luis entra a escena)

Luis: Para curarlo, tenemos que darle lo que nos dio siempre.

Todos los niños: ¡Sonrisas!.

Se hace lo que el narrador describe a continuación.

Narrador: Se juntaron todos, haciendo ronda alrededor del árbol, tomados de las manos y empezaron a reír. Rieron tan fuerte que la tierra vibraba. Risitas sacó nuevas hojas y se llenó de vida. En un principio apenas se escuchaban sus risas, pero terminó riéndose tan alto que contagió al Sol. Este envió las risas en cada rayito y así se inundaron de alegría también los pueblos vecinos. Así que el Señor Gogó, no tuvo escapatoria, de sus labios, comenzaron a salir risas. Y jamás tuvo intensiones de dañar al árbol de nuevo.

FIN

Adaptado del cuento “El árbol de las risas” de Mariana Ramos.