Skip to content

Fábula del buen hombre y su hijo

obras de teatro infantiles buen hombre y su hijo

Titulo: Fábula del buen hombre y su hijo

Autor: Tomado del Libro de los Exemplos del Infante Don Juan Manuel

Personajes: Seis,Campesino, Hijo, Un caminante, Doña Petra, El viejo, La niña

Categoría: Obra de teatro infantil

Escenografía: Un campo con casitas y árboles al fondo.

Aparecen en escena un campesino, su hijo y un burro.

Campesino: Dime, Pedrito, ¿ya le diste de comer a Guamuchi?

Hijo: Sí, papá. ¿Y a dónde vamos tan temprano?

Campesino: Vamos al pueblo a hacer algunas compras. Anda, apúrate, que ya es tarde.

Caminan un poco. Aparece en escena un caminante.

Caminante: Buenos días… ¿a dónde tan de mañana?

Campesino: A San Isidro, señor.

Caminante: Perdone la pregunta, ¿cómo es que van a pie teniendo un burro?

Hijo: ¡Es cierto, papá! El señor tiene razón.

Campesino: Le agradezco su consejo… y adiós, que se nos hace tarde. Sale el caminante de escena.

Hijo, amable: Súbete tú, papá. Yo puedo ir a pie.

El campesino se sube al burro y caminan otro poco. Entra en escena una mujer con su canasta.

Campesino: Buenos días, doña Petra.

Doña Petra: Buenos días. (Se detiene y observa). No es que me quiera meter en lo que no me importa… pero, ¿cómo es que este pobre niño tierno y débil va a pie, y el hombre fuerte y vigoroso va montado en el burro?

Hijo, pensativo: Doña Petra tiene razón, ¿no te parece?

Doña Petra: Buen viaje, y adiós. (Sale de escena)

Hijo: ¿Qué te parece si hacemos como dice doña Petra?

Campesino: Probemos. El
campesino se baja y el niño se sube al burro. Avanzan otro poco. Entra un hombre viejo.

Viejo: Buen día… (Se detiene y observa)

Campesino: Buenos días…

Viejo: ¡Qué barbaridad! En mis tiempos no se veían estas cosas. Un muchacho lleno de vida montado en un burro y su pobre padre va a pie. ¡Qué falta de respeto! ¡Qué tiempos, dios mío!

Murmurando bajito va saliendo de escena.

Campesino: ¿Qué opinas de lo que nos dijo el viejo?

Hijo: Que tiene mucha razón y que lo mejor será que tú también te subas en Guamuchi.

El campesino se sube en el burro y avanzan un poco. Entra una niña a escena. Viene corriendo.

Niña
(Se acerca al burro): ¡Qué burrito tan lindo! ¿Cómo se llama?

Hijo: Se llama Guamuchi.

Niña: ¡Pobre Guamuchi! ¡Miren no más qué cara de cansancio! ¡Qué ocurrencia! Montarse los dos sobre el pobre burro. (Va saliendo) ¡Pobre burrito!

Campesino un poco impaciente: Y ahora, ¿qué vamos a hacer, hijo?

Hijo: Yo creo que esa niña tiene razón, papá. Guamuchi se ve muy cansado. Para que ya nadie nos vuelva a criticar, ¿qué tal si cargamos al burro?

Campesino: Como tú digas. A ver qué pasa.

Los dos se bajan del burro y lo cargan. Caminan con bastante trabajo y nuevamente aparecen el caminante, doña Petra, el viejo y la niña.

Caminante
riendo: ¡Nunca vi cosa igual!

Doña Petra riendo: ¡Qué par de tontos!

Viejo: ¡Qué chistosos se ven cargando al burro!

Niña burlona: Dos tontos cargando un burro… (Se ríe)

Todos van saliendo entre burlas y risas.

Campesino
medio enojado: ¿Y ahora qué vamos a hacer? (Dejan al burro)

Hijo muy pensativo: La verdad, no sé, papá. Quisimos hacer lo que ellos decían, pero no les dimos gusto. Todos nos criticaron y, además, se burlaron de nosotros.

Campesino: Mira hijo, quise que vieras con tus propios ojos cómo hay muchas opiniones distintas y que no es posible darle gusto a todo el mundo.

Hijo: Ya me di cuenta, papá. Tratando de complacerlos lo único que sacamos fue que todos se burlaran de nosotros, pero, ¿qué vamos a hacer ahora?

Campesino: Pues piensa bien y decide lo que tú creas que es mejor.

Hijo: Aunque no todo el mundo esté de acuerdo. ¡Ya sé!. Tu irás montado en el burro una parte del camino y yo iré montado otra parte del camino. También podemos ir un rato a pie para que Guamuchi descanse.

Campesino se sube al burro: ¡Muy bien pensado, hijo mío! Así lo haremos. ¡En marcha, Guamuchi!

Hijo convencido: Diga la gente lo que diga.

Trotan hasta salir de escena. Van cantando: “Arre que llegando al caminito…”

Telón