Jonas el soldado de plomo
Titulo: Jonas el soldado de plomo
Autor: Cesar de León
Personajes:
Mikel:
(El joven dueño de Jonas, el soldado de plomo)
Socorro: (Persona que ayuda en la casa de Mikel)
Pepe, pepenador: (persona que va de casa en casa, recolectando metales para vender, al mejor postor)
Barrabas: (Encargado de la fundición de metales)
Narrador:
Jonas el soldado de plomo, que durante muchos años, fue el juguete preferido del joven Mikel, un día, por descuido, llego a la fundición de metales, que se encontraba a solo unas cuantas cuadras de su casa.
Mikel, aunque ya no era un niño, disfrutaba mucho de cuidar sus cosas, pero un día, al tenerlo entre sus manos, en su pequeña recamara, sin querer, se quedo dormido y jonas el soldado de plomo, cayo al bote de basura.
Después de unos días, la señora que les ayudaba con los quehaceres de la casa, de nombre Socorro, vació la papelera en el bote de la basura, y Pepe, el pepenador le toco verlo en la basura y junto con otras cosas de metal, se lo llevo a Barrabas, el dueño de la fundición de metales.
Acto 1
Pepenador:
Barrabas, que gusto de verte, hacia mucho que no te dejabas, ver, ahora si tengo muchos metales, que te traigo para vender.
Barrabas:
Pepenador, hasta que traes algo de vale la pena, para comprar te, ya hacia mucho que no te salían cosas buenas.
Pepenador:
Si he traído cosas, seguido, solo que nunca coincidimos, pero ve lo que te he traído, un juguete de plomo, un soldadito de plomo, y que por su excelente estado, no conviene que lo fundas, y que mejor, que lo dejes en la vitrina de tu oficina.
Barrabas:
Ese soldado de plomo, ya esta muy viejo, no creo que nadie lo quiera, pero agradecido, te lo acepto.
Narrador:
Mientras en la casa de el joven Mikel, había notado la ausencia del juguete preferido, y por un sueño que había tenido un día antes, en donde Jonas el soldado de plomo, le pedía que lo rescatara y que no lo abandonara.
Acto 2
Mikel: Socorrito, donde estas, por mas que busco mi Jonas, por toda la casa nada mas no lo encuentro.
Socorro: Mi niño, ahora que lo mencionas, me doy cuenta del por que de lo pesado de el cesto de la basura, y Pepe el pepenador, ya paso por la mañana, por las cosas que le regalamos, mañana a primera hora lo esperamos y se lo pido de vuelta.
Mikel:
Muchas gracias Socorrito, sabes del valor sentimental, de ese pequeño soldado de plomo, que hasta el nombre de mi abuelo, le puse, y fue un regalo de el.
Narrador:
Y así esperaron, Mikel, casi sin pegar el ojo, en toda la noche, y al día siguiente, al encontrar a Pepenador, confirmo la existencia de dicho juguete y en compañía de su amiga Socorro y de Mikel, llegaron a la oficina de la fundición de Barrabas.
Acto 3
Pepenador:
Barrabas, amigo tengo un pequeño problema, y es que mi querida amiga, Socorrito, quien trabaja con el joven de nombre Mikel, por descuido, tiro a la basura, el obsequio, que le dio su abuelo, unos días antes de partir.
Mikel:
Si señor, ese soldado de plomo, que usted tiene en esa vitrina, perteneció a mi abuelo, y me lo obsequio, antes de morir.
Barrabas:
Te entiendo, joven amigo, pero ese pequeño soldado de plomo, ya no sale de esta oficina, ni por todo el oro del mundo.
Narrador:
Barrabas, hombre solitario y sin familia, todo lo que le llegaba, lo atesoraba, y el pequeño soldado de plomo, no seria la excepción, pero al quedarse dormido, empezó a soñar, era Jonas, el soldado de plomo que le hablaba al oído y le decía: déjame ir, no te pertenezco, mi niño Mikel esta sufriendo y tu solo me quieres para tenerme en tu repisa, de adorno. Asustado y sorprendido, por el sueño, en donde el juguete le había hablado, se levanto, solo para verlo y no en la repisa en donde lo había dejado, si no en la mesa de centro, que estaba en la sala, en donde se había quedado dormido.
Acto 4
Barrabas:
Jajaja, pero que sueño, tan curioso he tenido, que mirar un juguete, que te hable y que aparte te diga que lo lleve con su antiguo dueño, jajaja.
Narrador:
En eso y para sorpresa de Barrabas, el pequeño soldado de plomo, se empezó a mover y a hablarle.
Jonas el soldado de plomo:
Barrabas, si no te quería decir, directamente, para que no te asustaras, por eso use los sueños, por lo que te pido que lleves con Mikel, que no a parado de llorar, desde la perdida de su juguete favorito.
Barrabas:
En cuanto llegue, pepenador, te regreso con el, todo para que no siga llorando el joven Mikel.
Narrador:
Y así paso, Barrabas, asustado, cumplio con su palabra y en las siguientes horas, le entrego a Jonas el soldado de plomo a pepenador, quien fue el encargado de entregarlo a Socorro.
La cual con gusto, le entrego a el joven Mikel, Jonas el soldado de plomo, nunca volvió a hablar, y no fue otra cosa, que el alma del abuelo de Mikel que al extrañarlo tanto, entro dentro del juguete para convencer a Barrabas de regresar al legitimo dueño.
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