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Obra de teatro – Juan sin miedo

Título: Juan sin miedo.

Autor: Adaptado del cuento de los hermanos Grimm.

Personajes: Narrador, Padre, Juan, Sacristán, Rey, Espectro, Fantasma, Mago, Princesa.

Escenario: una casa humilde, un molino, unas montañas y un castillo.

obra de teatro juan sin miedoNarrador: En una pequeña aldea, vivía un anciano padre con sus dos hijos. El mayor de ellos era trabajador, llenaba de alegría y de satisfacción el corazón de su padre, mientras el más joven sólo le ocasionaba disgustos. Un día el padre le llamó y le dijo:

Padre: Hijo mío, sabes que no tengo mucho que heredarles, y a pesar de ello, aún no has aprendido ningún oficio que te sirva para salir adelante. ¿Qué te gustaría aprender?

Juan: Muchas veces oigo relatos que hablan de monstruos, fantasmas y no siento miedo como otra gente. ¡Quiero aprender a sentir miedo!

Padre: (gritando enfadado)
Estoy hablando de tu porvenir, de algo que te asegure el pan de cada día y ¿tú quieres aprender a tener miedo? Si es lo que quieres, pues márchate a aprenderlo.

Narrador: Juan se despidió de su familia y salió de casa a buscar el miedo. Cerca de un molino encontró a un sacristán y se presentó ante él.

Juan: Soy Juan Sin Miedo.

Sacristán: (sorprendido y confuso)
¿Juan Sin Miedo? ¡Extraño nombre!

Juan: ¡Así es! Vera usted, es que nunca he conocido el miedo y salí de mi casa con la intensión de que alguien pueda mostrármelo.

Sacristán: Tal vez pueda ayudarte. Cuentan que muy lejos de aquí, más allá del valle, hay un castillo encantado por un malvado mago. El monarca prometió la mano de su hija a aquel que recupere el castillo y su tesoro. Todos los que lo intentaron huyeron asustados o murieron de miedo.

Juan: (animado) Tal vez ahí pueda sentir el miedo.

Narrador: Juan entonces se decidió realizar el viaje. Después de mucho caminar, vio a lo lejos las torres y fue en busca del rey. Ahí, se acercó a los guardias de la puerta principal y se presentó.

Juan: Soy Juan Sin Miedo, y deseo ver al Rey. Quizá me permita entrar en su castillo y sentir eso a lo que llaman miedo.

Narrador: El más fuerte le acompañó al Salón del Trono. Ahí el monarca le explico lo mismo que a otros que fueron antes que él.

Rey: Si consigues pasar tres noches seguidas en el castillo, derrotar a los espíritus y devolverme mi tesoro, te concederé la mano de mi amada y bella hija, y la mitad de mi reino como dote.

Juan: Estoy alagado con su propuesta, pero yo sólo he venido para saber lo que es el miedo.

Narrador: “Qué hombre tan valiente, qué honesto”, pensaba el rey, aunque al mismo tiempo tenía pocas esperanzas de recuperar sus pertenencias, pues demasiados lo habían intentado sin éxito alguno. Sin embargo le permitió a Juan probar su suerte. Así que el joven, se dispuso a pasar la primera noche en el castillo. Donde le despertó un alarido impresionante.

Espectro: (simulando flotar y haciendo movimientos tétricos)
¡Uhhhhhhhhh!

Juan:¿Quién eres tú, que te atreves a despertarme?

Espectro: ¡Uhhhhhhhhh!

Narrador: Ante este segundo alarido, Juan Sin Miedo le tapó al espectro la boca con una bandeja que adornaba la mesa. Así el espanto quedó mudo y se deshizo en el aire. Cuando el soberano vino a ver sus logros la siguiente mañana, pensó que solo era suerte, pues aun restaban dos noches.

Pasó el día y se fue el sol. Como la noche anterior, Juan Sin Miedo se fue a dormir, pero esta vez apareció un fantasma espantoso que lanzó un bramido.

Fantasma: ¡Uhhhhhhhhhh!

Narrador: Juan Sin Miedo tomó un hacha que colgaba de la pared, y cortó la cadena que arrastraba la bola unida al grillete del aparecido. Al no estar sujeto, el fantasma se elevó y desapareció.

El rey pasó por ahí al amanecer y pensó que la prueba definitiva estaba cerca, pues la tercera noche era la que contaba. Al caer la noche; Juan Sin Miedo ya dormía y escuchó una espeluznante momia acercandose.

Juan: Dime qué motivo tienes para interrumpir mi sueño.

Narrador: Como no le respondió, agarró ele extremo de la venda y tiró. Hasta retirarlas todas y encontrarse a un mago.

Mago: Mi magia no vale contra ti. Déjame libre y romperé el encantamiento.

Narrador: La ciudad entera se había reunido a las puertas del castillo, para celebrar los logros de Juan Sin Miedo.

Rey: ¡Cumpliré mi promesa!, te casaras con mi hija y serás el príncipe del pueblo.

Narrador: Y así fue, Juan si miedo contrajo matrimonio y se convirtió también en gobernante. Pero aquí no termina la historia: cierto día en que el ahora príncipe dormía, la princesa decidió sorprenderle regalándole una pecera. Pero tropezó al inclinarse, y el contenido, agua y peces cayeron sobre el lecho que ocupaba Juan.

Juan: (sorprendido)
¡Ahhhhhh!¡Qué miedo!

Narrador: La princesa reía viendo cómo unos simples peces de colores habían asustado al que permaneció impasible ante espectros y aparecidos.

Princesa:
(riendo en complicidad)
Te guardaré el secreto.

Narrador: Y así lo hizo, por eso hasta el día de hoy aún se le conoce como Juan Sin Miedo.

FIN